2011/11/15

Más imágenes para advertir del peligro

El Gobierno amplía la medida de poner imágenes de pulmones atumorados y cancerigenizados en las cajetillas de tabaco y a otros productos semi-salubres.

Las buenas ideas son un torrente inagotable en los cerebros de esa gente tan preparada que nos gobierna por el bien de todos y por desinterés propio. Sí, hablamos de nuestros Gobiernos elegidos democráticamente y de sus avanzadísimas ideas en medidas de salud y protección al consumidor (antiguamente también llamado contribuyente e incluso ciudadano). La idea de gobernar no sólo está focalizada a defender el país de sus enemigos comunes, y/o/u llevarla por la senda del progreso economico-financiero-vacuno-empresarial, también debe defender a los consumidores de ellos mismos y de los peligros que acechan a la libertad de consumo (si es que la economía te lo permite, claro).

Así, una de esas majestuosas ideas fue la de poner “fumar puede matar” y demás enunciados profetico-poéticos en las cajetillas de tabaco como advertencia del triste final que le espera al fumador habitual. Si la adicción al pitillo no era lo bastante dura, a partir de ese momento tenías a tu conciencia traicionera escrita en cada cajetilla. Como no era útil, ni funcional, ni nada democrático el obligar a la ejemplar industria tabaquera a que retirase los productos más cancerígenos y los más adictivos, se decidió por medidas más simpáticas, en esta era donde lo visual es el rey de la comunicación de brasas.

La segunda medida fue la de introducir imágenes de organos encancerizados y destrozados por la acción aspiratoria del tabaco. Esta graciosa medida sí que ha calado (de calada) en los fumadores y estos han dejado de consumirlo hasta la txusta, e incluso muchos optan por tirarlo en la teba misma. Ahora, la industria tabacoidal subsiste gracias a la dependencia que procesan la mayoría de los fumadores, consiguiéndose el objetivo de que estos sigan fumando pero con un sentimiento de culpabilidad y amargura angustiosa al ver esas imágenes, que evita caer en acusaciones futiles y ataques a la industria del fumeral. Pues bien, partiendo que estamos en una sociedad viciosa y dependiente de los productos más variopintos, desde el poder Ejecutivo se ha decido el tomar unas cuantas medidas siguiendo la estela de las cajetillas de tabaco. En breve veremos imágenes totalmente asquerosas pero necesarias para nuestra educación, ya que no somos capaces de autocontrolarnos. Será inevitable que los menores las vean, pero, por otro lado, se irán educando con estas miserias, que les serán muy útiles en un futuro tan oscuro y lleno de basura como el que les viene.

Estas son algunas de las ideas que pronto veremos en los productos:



· La cajetilla de tabaco desgrafiada, que tan bien conocemos y que tan buenos resultados da. Los hay con más sangre y con enfermedades más horrorosas para asustar más y mejor. Sin dejar de fumar, cógele asco a la vida.






·El utilitario, vicio del sexo masculino sobre todo, es un arma asesina y contaminante que agota los recursos del planeta de forma enfermiza. Siendo tan necesario, habrá que atajar sus males de esta manera. Nada de limitar potencias o prohibir los todo-terrenos en ciudad, eso sería impopular.


· Galletas Light de las de cuidar tu línea. Te sentirás como una prinzesita comiéndolas y adelgazando por minutos, pero corres un peligro mortal de desaparecer. Con estas imágenes se intenta alertar de los peligros y de cómo se puede acabar.




· Cremitas, que crees que son inocuas, se prueban en bichos de laboratorio para saber de sus efectos secundarios. Échate la cremita ante el espejo con un terrible cargo de conciencia cada vez que miras el tarro.







· Torero, alcohol y coche, qué decir de esta horrenda mezcla. La imágen asusta lo suficiente, como para no querer acabar siendo así.


















(Artículo publicado en la GALLINAVASCA #47 de papel)

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